miércoles, 1 de junio de 2011

SISTEMA OCTAL

Básicamente y simplificando, instalar Windows 7 64 bits nos proporciona un mayor rendimiento en procesamiento de datos por ciclo de reloj, un mejor redireccionamiento de memoria, capacidad de ejecutar cálculos numéricos más rápidamente y el potencial de escalabilidad de hardware, pues como sabréis, la versión de 32 bits de Windows 7 sólo reconoce 3 GB de memoria RAM como máximo, algo que en la versión de 64 bits aumenta notablemente.

Otra de las ventajas de instalar Windows 7 64 bits es su compatibilidad con software de arquitectura 32 bits, por lo que gran parte de los inconvenientes de migrar a los 64 bits se ven compensados.
A nivel práctico, instalar la versión 64 bits de Windows 7 nos proporcionará una mejor gestión de la memoria en aplicaciones y programas pesados como editores de video, modeladores 3D o cualquier otro programa que requiera de un nivel de exigencia de hardware elevado.

Como hemos visto, las ventajas de instalar Windows 7 64 bits son interesantes, pero no todo es tan sencillo. Antes de decidirse a migrar a la versión 64 bits de Windows 7 debemos de tener en cuenta una serie de cosas muy importantes como la disponibilidad de programas compatibles o lo que es aún más importante: que tu equipo (procesador, tarjeta gráfica, tarjeta de sonido, tarjeta de red, etc.) esté preparado para esta arquitectura y que existan drivers o controladores para trabajar en ella.

Aplicaciones y programas: No todos los programas y aplicaciones aprovechan las bondades de la arquitectura 64 bits, es decir, aunque dispongamos de un sistema operativo muy potente y eficaz, el software que utilicemos deberá de estar optimizado para aprovechar dichos valores, por lo que en caso contrario, no obtendremos mejoras en estos aspectos.

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